Con ‘CUARTO AZUL’, Aitana entrega el que probablemente sea su proyecto más honesto y emocional hasta ahora. Este álbum no sólo marca un nuevo capítulo en su carrera, sino que también la muestra en una faceta mucho más íntima y vulnerable.

A lo largo de las 19 canciones que lo componen, el disco explora con total sinceridad el proceso emocional que viene después de una ruptura: desde la nostalgia por lo vivido, el enojo, la negación y la contradicción de extrañar a alguien que sabes que ya no es para ti, hasta el impulso de volver a pensar en esa persona por mera curiosidad. También están esos recuerdos que vuelven en fechas clave, como un cumpleaños, y ese momento en el que reaparece la posibilidad de volver a sentir algo por alguien más.

Lo que distingue a ‘CUARTO AZUL’ es que no se limita a narrar la realidad poco lineal que se vive durante un desamor. Hay caos emocional, preguntas sin responder, contradicciones y muchas capas de sentimientos que Aitana no intenta ocultar. Al contrario: se nota su decisión de escribir desde un lugar real, sin necesidad de esconder nada. En un panorama musical donde muchas veces se espera que las mujeres guarden silencio o “sean perfectas”, ella apuesta por ser completamente transparente. Y en esa transparencia hay una fuerza que se siente casi revolucionaria.

El álbum cuenta además con colaboraciones destacadas de artistas como Myke Towers, Danny Ocean, Jay Wheeler, Kenia OS, Ela Taubert, Barry B y Alaska, añadiendo una diversidad sonora emocionante y acertada a su narrativa. 

‘CUARTO AZUL’ no sólo consolida a Aitana como una de las voces más relevantes del pop en español, sino que también la reafirma como una artista que entiende y retrata con honestidad los dilemas emocionales de una generación que ha aprendido a disfrazar la vulnerabilidad con indiferencia. En tiempos donde sentir se percibe como un riesgo, Aitana apuesta por lo contrario, y lo convierte en un acto de identidad y resistencia.